Cómo elegir a tu cirujano
- Asegúrate que el cirujano de tu hijo es especialista en cirugía pediátrica. No es lo mismo ser cirujano que ser Cirujano Pediátrico ( hay cirujanos generales, cirujanos traumatólogos, cirujanos urólogos). La Cirugía Pediátrica es una especialidad de 5 años, que se lleva a cabo en los mejores hospitales del país, con unas condiciones de entrada a los aspirantes muy duras (se seleccionan los mejores candidatos de entre miles de médicos aspirantes en el examen MIR) y con una formación completa en patología exclusivamente pediátrica.
- Desconfía de cualquier médico que te prometa tratamientos milagrosos, resultados siempre buenos o ausencia completa de complicaciones. Un profesional serio sabrá transmitirte seguridad, pero te informará de las posibles limitaciones o complicaciones de cualquier acto médico con honestidad.
- El buen cirujano, además, te realizará todas las revisiones él mismo o un compañero de su total confianza, sin delegar esta parte esencial del tratamiento en enfermeras u otros.
- Es aconsejable que el cirujano de tu hijo haya tenido experiencia en casos complejos aunque el tuyo no lo sea. El hecho de que se dedique o se haya dedicado, por ejemplo, a la cirugía oncológica, reconstructiva o neonatal en un gran hospital te garantiza que está acostumbrado a realizar intervenciones mucho más difíciles que la de tu hijo y sabrá lidiar con cualquier imprevisto o complicación que se pueda producir.
- La medicina privada de calidad tiene un coste ya que van a intervenir muchos profesionales y medios técnicos: Cirujano, cirujano ayudante, Anestesista, enfermera de consulta, enfermera instrumentista, enfermera de quirófano, enfermeras de planta, auxiliares de hospitalización, celadores, son solo algunos de ellos. Además, los buenos hospitales tienen muchos medios (UVIs, Escáner, médicos de guardia, etc…). Todo ello encarece el precio, pero hace que te estés operando en las condiciones necesarias para que todo salga bien.
- La cirugía, aunque sea pequeña o de poca importancia, no se debe realizar nunca en otro lugar que no sea un hospital con todos los medios. En el paciente pediátrico debemos contar también con una UCI pediátrica de calidad. Una simple reacción alérgica a la medicación fuera de un hospital puede ser muy peligrosa. Nosotras siempre decimos que hasta para la cirugía más sencilla hay que estar igual de preparado que como si fuera para un trasplante.